El 15 de setiembre del año pasado, sin orden judicial, 1.200 agentes
de la policía nacional y la fiscalía –con recursos aportados por colonos
brasileños (1)- desalojaron a 200 familias de la comunidad de Guahory,
distrito de Tembiaporâ, departamento de Caaguazú. Las tierras de las
cuales fueron desalojadas eran propiedad de los campesinos y otras en
proceso de expropiación, varias de las cuales fueron tituladas de manera
fraudulenta a nombre de terratenientes brasileños de la zona. Mientras
el operativo de desalojo se realizaba, un colono brasileño observaba
desde un helicóptero de la entidad binacional Yacyretá el operativo,
cuyo préstamo agradecía personalmente al presidente Horacio Cartes en un
video que el mismo grabó en el aire, lo alzó a internet y se viralizó.
Agradecía asimismo a la policía nacional por el buen trabajo realizado
(2).
Las familias de Guahory reocuparon las tierras luego del
desalojo, e instalaron una carpa de resistencia en Asunción para
visibilizar la lucha y exigir soluciones al INDERT (Instituto Nacional
de Desarrollo Rural y de la Tierra). Pese a las conversaciones iniciadas
con el gobierno, y a carecer nuevamente de orden judicial, la policía
nacional volvió a desalojar a las familias de sus tierras el 27 de
diciembre del año pasado y el 3 de enero del corriente, con 20 heridos y
12 detenciones ilegales, entre ellas niños. Los medios de comunicación
no tardaron en colocar a los campesinos de Guahory como violentos y
causantes de la violencia en los desalojos –perpetrada por la policía
nacional y no por los campesinos- y salir a favor de los terratenientes.
Lo mismo hicieron los gremios de la producción, principalmente la
Asociación Rural del Paraguay.
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