La misteriosa y eterna sonrisa de la Gioconda, el retrato pintado por Leonardo Da Vinci que exhibe el Museo del Louvre de París, sigue siendo igual de fascinante pero un poco menos eterna, según informa nomelopuedocreer.com.
La Ciudad de las Ciencias y la Industria de Francia ofrece la posiblidad de retocar el famoso rostro para conseguir diferentes movimientos faciales y similuar distintos estados de ánimo. Ahora, cualquiera puede convertir el enigmático rictus en un gesto de enfado, alegría, desdén, melancolía...
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