Las ilustraciones eran "demasiado alegres para un país en guerra" Eran sellos muy modernos, con una concepción vanguardista, obra del gran tipógrafo y diseñador gráfico Mauricio Amster. Las imágenes reflejaban la felicidad de unos niños refugiados que habían sido alejados de Madrid o Toledo para olvidarse de las penurias y miserias del frente durante la Guerra Civil. En sus juegos y sus risas cómplices, el aspecto famélico de algunos quedaba en segundo plano. Por un tiempo creían estar viviendo en el paraíso, ajenos al estrépito de las bombas. Era la Valencia que fue capital de la República del 2 de noviembre de 1936 al 30 de octubre de 1937.
Nenhum comentário:
Postar um comentário