terça-feira, fevereiro 20

“Yo soy la voz de la clase obrera”, una reivindicación histórica del Carnaval de Cádiz

Le dice un hijo a su madre: “Así no puedes irte a trabajar / o es que no te estás viendo / que no te puedes ya casi mover / y te estás consumiendo / Llama a tu jefe y dile por favor / que otra vez has recaído / que apenas puedes ponerte derecha / ni pegar dos pasos / con los pies doloridos / Vístete que te acompaño / y nos vamos para urgencias / no me seas más cabezota / que esta va a ser tu sentencia”. Le dice la madre al hijo: “Tú lo ves muy fácil / o te crees que no quiero / pero hijo, qué hago / si es el sueldo que entra / Cómo tiro p’alante, con tu padre parao / con 700 euros estirando el sueldo, / haciendo malabares / Pensando tós los días / que quedan diez años para jubilarme / y me comen los dolores / que no puedo ni agacharme”. Y dice, sigue diciendo esta letra: “Y dice la señora Celia Villalobos / que tanto pensionista y tanto jubilado viviendo del cuento / es un robo / Maldita sea tu estampa / política indecente / que compares tu vida y tu patrimonio / con el resto de la gente / 30 años de poltrona / ha costao a los ciudadanos / cómo te atreves señora / con comentarios tan chabacanos / Qué sabrás de los que sufren / si no has trabajao en tu vida / y no te duelen las manos”. Con música suena así:

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