La prensa de derechas de esta época habló desde la subida al poder de Hitler, en 1933, hasta los juicios de Nüremberg, 1945-1946, nunca habló de los campos de exterminio -cuando lo hagan, dirán “campos de internamiento”- y cámaras de gas. Más todavía. Utilizaron a los judíos como chivo expiatorio o pretexto fundamental para defender a Hitler y el nazismo, tarea a la que se entregaron con auténtica lujuria. Es verdad que el nazismo, como conglomerado político, fue objeto de valoraciones distintas por parte de las derechas, pero ¿condenarlo?, no tuvieron ese coraje.
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