Israel está agitado por una ola de manifestaciones que los
observadores locales consideran podría desembocar en un conflicto civil
abierto, algo que el primer ministro Benjamin Netanyahu parece estar alentando.
Jerusalén y Tel Aviv han sido durante semanas el escenario
de grandes y bulliciosas manifestaciones frente a la residencia oficial de
Netanyahu y la de su ministro de seguridad pública Amir Ohana.
El sábado 1 de agosto por la noche alrededor de 13.000
personas desfilaron por Jerusalén al grito de “Cualquiera menos Bibi”, el apodo
por el que se conoce a Netanyahu. Sus gritos fueron repetidos por decenas de
miles de manifestantes en otras localidades de todo el país.
La participación en estos actos de protesta ha ido creciendo
sin cesar, a pesar de las cargas contra los manifestantes por parte de la
policía y de seguidores de Netanyahu. También se han producido las primeras
protestas de israelíes en el extranjero.
Nenhum comentário:
Postar um comentário