El pasado día 9 de octubre, Friedrich L. Sell, un economista alemán, publicó una columna de opinión en un periódico suizo, en la que se interrogaba si España era un Estado fallido. Aprovechando el fin de semana, los principales diarios conservadores españoles dieron pábulo al artículo, buscando un efecto bola de nieve en redes sociales debido a la exageradísima apreciación del economista. Este desmesurado interés por situar lo que no es más que una opinión apocalíptica al nivel de un hecho comprobado nos resume cuál es el fondo real del problema: no, España no es un Estado fallido, quien es absolutamente fallida es su derecha, su derecha política, mediática y judicial.
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