domingo, julho 24

¡Por favor, salven a la Unión Europea y el euro!

Europa vive tiempos convulsos. La integración, resultado de una acción común en los órdenes económicos, políticos y sociales, tanto como culturales, se tambalea a pesar de haber aprobado, en diciembre de 2009, el Tratado de Lisboa, sucedáneo de lo que fuera, en principio, una ambiciosa idea de Constitución supranacional. El rechazo en referéndum, por parte de la ciudadanía francesa y holandesa en 2005, mostró las primeras fisuras. Tres años más tarde, en 2008, Irlanda también dijo No en otro referéndum. De esta manera las fisuras se transformaron en grietas, haciendo insostenible el edificio. Así se ideó un plan B. No más referendos y de paso que Irlanda repitiera el suyo. Los ciudadanos habían votado mal, y debían rectificar. En octubre de 2009, con una participación inferior a 55 por ciento, se revertía el No. Europa respiraba tranquila. Sin embargo, el proyecto naufragaba. Mejor abortar el proyecto de Constitución y dar vida a una alternativa menos ambiciosa. Así, nace el Tratado de Lisboa y se salvan los muebles. Fue un acuerdo de mínimos.

Um comentário:

mfc disse...

Eles vão salvar, porque têm mais a perder que a ganhar!