M.H.: Un largo conflicto enfrenta al gobierno nacional y al
magisterio colombiano. El pasado 16 de junio, el gobierno colombiano
representado por la Ministra de Educación Nacional y la Federación
Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) celebraron en el
marco del decreto 160 una serie de acuerdos que responden al pliego de
peticiones radicado por la Federación docente el pasado 28 de febrero.
Esos acuerdos son varios: financiación de la educación, bonificación
pedagógica, primas extra legales, cobertura de pre-escolar, jornada
única, etc. Me gustaría que nos sintetizaras cómo ha concluido este
conflicto.
R.V.C.: Primero habría que decir que
este paro ha sido muy importante porque años anteriores FECODE había
organizado otros paros que habían sido de muy corta duración y la Junta
directiva prácticamente había negociado y llegado a acuerdos con el
gobierno nacional a espaldas de las bases. Incluso hubo un paro donde
prácticamente antes de iniciarse la Junta directiva ya había arreglado
con el gobierno nacional. Así que este paro tiene la característica de
que por primera vez participó masivamente la mayoría de los docentes y
además se hicieron una serie de solicitudes que iban más allá de las
reivindicaciones exclusivamente salariales y económicas que involucran a
los profesores.
Este es uno de los hechos que más utilizan los
medios de comunicación y el mismo gobierno nacional para desprestigiar
la reivindicación de los profesores, decir que es una protesta puramente
salarial, pero que no tiene en cuenta ni propone ningún proyecto en
cuanto a la mejora de la educación colombiana.
Esta huelga tuvo
estas características, fue prolongada y presionó al gobierno nacional
para llegar a un acuerdo y a dialogar durante gran parte del paro. El
propio Presidente de la República afirmó que no había recursos, que no
había cómo responder a las demandas del magisterio y además que el
gobierno colombiano durante los 8 años de gestión de Juan Manuel Santos
prácticamente había transformado la educación colombiana con grandes
niveles de atención con compra de aparatos electrónicos para ser
aplicados a las clases, con construcción de escuelas y una gran cantidad
de información demagógica y propagandística para transmitir a través de
los medios desinformación. Además de eso el gobierno colombiano hace
promesas que suelen quedarse en eso, tenemos que esperar a ver si éstas
se cumplen o no.
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