terça-feira, fevereiro 8
Egipto en Estados Unidos
Se dice que algún político estadunidense, justificando el apoyo de Washington a dictadores, declaró que Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta, y esa frase, cambiando el apellido, tal vez resume más que nada la relación de Estados Unidos con el régimen de Hosni Mubarak durante los últimos 30 años. Y al igual que ocurrió con Nicaragua, ahora parece ser el caso en Egipto –con muchos más ejemplos en medio–, en donde un pueblo decide sorprender al autoproclamado defensor mundial de la democracia sólo por demandar, pues, democracia, y con ello provocar una crisis para los que manejan eso de la geopolítica.
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