En el mundo actual existe una enorme contradicción. La tecnología
hace posible eliminar el hambre, la falta de vivienda, las enfermedades y
la ignorancia. Sin embargo, miles de personas todavía carecen de acceso
a la comida, a una vivienda, a la salud y al conocimiento. La
tecnología, que es capaz de producir abundancia, se utiliza para crear
escasez. La tasa de beneficio depende de esa escasez. La tecnología es
buena. Pero la tecnología debería estar al servicio del ser humano y no
el ser humano al servicio de la tecnología. ¿Queremos realmente un
paraíso de parásitos? Lo que es el paraíso para los parásitos es el
infierno para el cuerpo que los aloja. La globalización asegura el
dominio de los parásitos en el paraíso. Por ello la Globalización del
dominio del dinero se debería contrarrestada con el Globalismo de los
trabajadores para liberar su paraíso colectivo de parásitos. Ese es el
tema que trato de explorar en mi novela Wizard of the Crow [El
brujo del cuervo]… Educadores, hombres de letras, intelectuales: no son
sino voces, no voces neutras e incorpóreas, sino voces que pertenecen a
cuerpos de personas, de grupos, de intereses. Tú, que buscarás la verdad
acerca de las palabras emitidas por una voz, busca primero el cuerpo
que hay detrás de la voz. La voz simplemente racionaliza las
necesidades, los antojos, los caprichos de su dueño, el amo.
Ngũgĩ wa Thiong’o (2017)
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