A un mes de las elecciones presidenciales en México, el triunfo del
centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece inevitable,
lo que concita la desesperación de los grandes empresarios y los
comandos de campaña de Ricardo Anaya y José Antonio Meade, los
candidatos de la derecha.
Todos los cañones del establishment apuntan contra el candidato centroizquierdista, desde el uso de las instituciones (y fondos) del Estado hasta costosas campañas de los principales grupos económicos, chantajeando a sus trabajadores para que no le den el voto a López Obrador.
Todos los cañones del establishment apuntan contra el candidato centroizquierdista, desde el uso de las instituciones (y fondos) del Estado hasta costosas campañas de los principales grupos económicos, chantajeando a sus trabajadores para que no le den el voto a López Obrador.
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