“¿Quién sabe qué nos traerá el mañana?”, se pregunta la gente en Atenas, Salónica y por toda
Grecia. Cunde la sensación de estar aprisionado, de incertidumbre individual y de catástrofe inminente. Sin embargo, Grecia ha tenido una historia turbulenta y los griegos se han considerado siempre un pueblo con talento, inquebrantable y acostumbrado a la adversidad. “Siempre ha habido tiempos difíciles y siempre los hemos superado. Pero ahora es como si nos hubieran arrancado hasta la última gota de esperanza”, decía el propietario de un pequeño negocio.
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