Justo en medio de la guerra de la OTAN contra Yugoslavia que derivó en la fragmentación de los Balcanes y el éxodo masivo de la población de la región, los soldados kosovares de la UCK (Ejército de liberación de Kosovo), retenían a los prisioneros serbios “en granjas, en fábricas vacías de Kosovo o de Albania, en casas apartadas; les trataban mediadamente bien: les dejaban dormir, les daban de comer y les permitían descansar”, afirma hoy el diario El País.
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