Suele ser una manía el secuestro de significados para conformar
un lenguaje hegemónico cuyo plan semántico se impone, con el reloj de la
lucha de clases, en sus “definiciones”, sus paradigmas, su
interpretación y su uso. Así lo hacen los poderes sectarios -de todas
las áreas- que se adueñan de nociones y usos para reinar a sus anchas en
los territorios semánticos. “La cortesía del filósofo es la claridad”
decía Adolfo Sánchez Vázquez.
Nenhum comentário:
Postar um comentário