Ayer, alrededor de 500 personas, entre ellas varios menores de
edad, realizaron un intento desesperado por ingresar a Estados Unidos en
el tramo fronterizo que separa a Tijuana de San Diego, con saldo de al
menos una mujer lesionada y decenas de personas alcanzadas por los gases
lacrimógenos que lanzó la guardia fronteriza estadunidense. El grupo,
que ahora enfrenta la determinación de las autoridades mexicanas para
deportar de inmediato a quienes intentaron el fallido cruce, era parte
de los más de 5 mil centroamericanos que se encuentran en el albergue
del deportivo Benito Juárez de la ciudad fronteriza con la esperanza de
que se atiendan sus peticiones de asilo.
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