Sombra.- Oiga, jefe. Usted ha recibido en los últimos tiempos grandes oleadas de solidaridad.
Sastre.- Eso es muy cierto; y también que he agradecido toda esa solidaridad en el alma, aunque no haya sido capaz de hacerlo personalmente a cada una de las personas que me han declarado su impagable simpatía. Les doy mis miles de gracias desde aquí.
Sombra.- Pero también permítame que le diga que otras personas se han mostrado tan contrarias a usted que le han llamado de todo, o sea que lo han puesto a parir, como suele decirse.
Sastre.- (tratando de mostrar indiferencia) Bueno, bueno. No ofende quien quiere sino quien puede.
Nenhum comentário:
Postar um comentário